ESBOZO
Si he de ser sincero le diré que no se hablar francés —ni otro idioma—, sólo español y digamos de una manera “sui géneris”. Por lo tanto las únicas palabras de su vocabulario, el francés, que conozco son: “we, cherry, mademoiselle y merde, merde, merde y más merde”.
La finalidad es —era— y sigue siendo escribir. Por otro lado se pretende —pretendía— y sigo igual, confrontar otra realidad; como base la soledad, ya que esta existe y se da en todos lados, no importa si es México o Francia, Inglaterra, Japón, Nigeria, Argentina, Sydney por mencionar algún lugar; sólo basta entrar al baño, verse al espejo y caer. Todos los rostros son los mismos, aquí, allá, más allá o en Tombuctú, la diferencia sería el color; al igual hay futbol, cantinas y mujeres, es decir, reumas, alcohol y el viejo arte del unodos, o en su caso, “mano amiga tradición que obliga”…
Seguiría haciendo lo mismo, quejándome de la vida, siendo pesimista y soñando marranas con cadenas...
Soledad, soledad y más soledad.
Todo lo anterior es pasado, sueños, quimeras: enojos, muchos enojos.
La finalidad es —era— y sigue siendo escribir. Por otro lado se pretende —pretendía— y sigo igual, confrontar otra realidad; como base la soledad, ya que esta existe y se da en todos lados, no importa si es México o Francia, Inglaterra, Japón, Nigeria, Argentina, Sydney por mencionar algún lugar; sólo basta entrar al baño, verse al espejo y caer. Todos los rostros son los mismos, aquí, allá, más allá o en Tombuctú, la diferencia sería el color; al igual hay futbol, cantinas y mujeres, es decir, reumas, alcohol y el viejo arte del unodos, o en su caso, “mano amiga tradición que obliga”…
Seguiría haciendo lo mismo, quejándome de la vida, siendo pesimista y soñando marranas con cadenas...
Soledad, soledad y más soledad.
Todo lo anterior es pasado, sueños, quimeras: enojos, muchos enojos.
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