EL SEGUIR
¿Adónde querías ir? La respuesta está en el pasado. En sueños que se han ido. Ahora han regresado las noches de insomnio. El tiempo de dudas existenciales, terrenales y banales. Noches de porqué. Sin salidas, sin plumas.
El despertar no llega.
He salido varias veces a la calle y no encuentro el sueño, sólo la nada. De vez en cuando a la luna; aullidos que se convierten en llantos por alguna quimera.
El amanecer llega como siempre, con el cansancio, el dolor e insatisfacción. El agua que sale de la regadera trata de quitar ese peso del cuerpo, el entorpecimiento, pero fracasa. En la mesa espera una taza de café, y los resultados son los mismos. No hay nada que cure esto. Sólo queda el seguir, el caminar, el contestar, y porque no, el maldecir.
El despertar no llega.
He salido varias veces a la calle y no encuentro el sueño, sólo la nada. De vez en cuando a la luna; aullidos que se convierten en llantos por alguna quimera.
El amanecer llega como siempre, con el cansancio, el dolor e insatisfacción. El agua que sale de la regadera trata de quitar ese peso del cuerpo, el entorpecimiento, pero fracasa. En la mesa espera una taza de café, y los resultados son los mismos. No hay nada que cure esto. Sólo queda el seguir, el caminar, el contestar, y porque no, el maldecir.
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