FORMALIDADES

He descubierto que la vida no tiene importancia…
Que siempre hay algo que destruye los sueños: la costumbre. Reconozco que cada quien habla y escribe cómo le va en la feria. Así que empecemos, de niño soñaba —cosa que aún hago— con crecer lo más rápido posible, siempre prematuro, y vivir mi vida, como hombre libre y solitario; con cabellera larga, arete en oreja izquierda, algún tatuaje, botas, sombrero, jeans y una camioneta. ¿Qué tengo?
El presente se define en una palabra: fugacidad.
¿Por qué no tiene importancia mi vida? Porqué la vida es sólo sueño…

Logré tener una cabellera larga, arete, tatuaje, botas, jeans y de nada ha servido… he tenido que terminar con eso… por una imagen que la sociedad pide, para poder tener trabajo, para alimentar a mis críos, por no sufrir hambre.
¿Vale más una imagen que el ser? Sí.
La conclusión es simple, he perdido mis sueños.
A veces o en días pienso que todo lo voy a lograr muy tarde, cuándo haya vendido mi ser, cuándo haya engañado/complacido a la sociedad, cuándo este cansado de todo, hasta de mí.