MACHO

01 de diciembre de 2005

“Los hombres no lloran”,
son rocas que de vez en cuando
lavan sus ojos.
Para eso son las lágrimas,
para limpiar la suciedad,
no para desperdiciarse.
Hay que aguantar los golpes
de la existencia.
Las lágrimas son el regalo
más caro y más preciado.
Llorar por llorar no sirve de nada.
¿Qué vale una lágrima?
Todo.

Comentarios

Sovka dijo…
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