ENOJOS

Me molesta que no me abran las puertas,
que no me contesten el teléfono,
pero ¿quién me tiene ahí? Nadie.
¡Toc, toc! ¡Ring, ring!
Siempre en relaciones extrañas.
Puertas y teléfonos: paranoias.
Tal vez todo se resuelva con un simple adiós.
Volver a mi locura, mis libros, mis cervezas.
Vivir con pastillas y con mis muletas.
De vuelta al carrusel de las quejas.
A las tragedias.
A ser niño sin saber porqué.
Frases de: “siempre vas a estar ahí”.
Cansancio y soledad.
¿Qué más da?
Si todo es silencio y no hay culpables.
“Al final de cuentas no vas hacer nada”.
Y no sirve tocarle a la nada.

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