KENTUMBAS
Decir que Ken ha decidido dejar de beber licor,
es como negar que el hombre es una bestia.
Todo es ambiguo, y más, cuando el mundo
se llena de fútiles promesas.
Cuando las palabras no son más que eso.
Es cierto que Ken trata de huir siempre del alcohol,
pero como nada es perfecto,
siempre termina abrazado de una botella.
Últimamente la ha dado por enjuagar sus ojos
y terminar durmiendo en tumbas.
Una vez más esperando respuestas que no llegarán.
En espíritus y viejas despedidas.
¿Resultado? El mismo de siempre: nada.
Sólo caminar entre eternas crudas.
es como negar que el hombre es una bestia.
Todo es ambiguo, y más, cuando el mundo
se llena de fútiles promesas.
Cuando las palabras no son más que eso.
Es cierto que Ken trata de huir siempre del alcohol,
pero como nada es perfecto,
siempre termina abrazado de una botella.
Últimamente la ha dado por enjuagar sus ojos
y terminar durmiendo en tumbas.
Una vez más esperando respuestas que no llegarán.
En espíritus y viejas despedidas.
¿Resultado? El mismo de siempre: nada.
Sólo caminar entre eternas crudas.
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