SEMÁFOROS EN ROJO

He intentado descifrarme y no lo consigo.
Ir armando las piezas del rompecabezas…
Encontrar el hoyo oscuro de la ciudad y el lugar donde me perdí hace tiempo…
De cómo empecé a tropezar continuamente,
de cómo me deje llevar por el viento y sin meter las manos.
Pensé que todo sería más fácil, que así era la vida…
Mutilación y ceguedad…
Simplemente acepté todo: humillación, falsedad y tortura.
Dejé de ver a la cara, a los ojos: todos son iguales, con distintos gestos.
Empecé a fingir.
Y de oponer resistencia a lenguas viperinas.
Yo sé mi verdad, es lo que importa.
Que el mundo gire, gire y gire…
Sé que el renacer está a la vuelta de la esquina, en unos ojos café…
Semáforos en rojo.