PESIMISMO
Una mujer me dijo que había tardado más de dos horas en entender un escrito, un poema mío. ¿Por qué todo era un concepto y no describía los sucesos? ¿Qué si era una maldita manía? A lo cual, no le di respuesta. Otra mujer sólo me deseo sufrimiento.
Tengo que aceptar que soy un tipo algo raro, con extravagancias, y deseos como cualquier otro ser humano, que se me dificulta un poco el desnudarme en el texto en blanco, no por miedo o protección de mi sombra, sino porque a veces la realidad nos roba todo o simplemente no nos satisface. Y no queda más que la subjetividad y la ficción, el reinventarnos en cada gota de tinta, sin importar su color y el sentido que se le de a las cosas.
¿Cuál es el origen de mi frialdad? No hay una respuesta exacta, sólo hipótesis y teorías ambiguas. Sólo diré que un día vendí mi alma a la pasión: perdí. Así de simple y sencillo. Hoy subsisto. La vida a veces tiene un costo muy caro y hay que pagarlo.
Tuve que luchar contra el miedo para averiguar mi camino, y al final quedar sólo yo.
Lejos de la desesperación y la obsesión… de sueños de abrazos cálidos y besos.
Y convertir en recuerdos los días de monotonía: levantarse sin ganas, tener que comer y sonreír a cualquier rostro; el uso de mascaras y mascaras.
Tratar de dejar atrás los recorridos de calles, siempre en busca de una cerveza. Las visitas a tiendas departamentales en la búsqueda de un hot wheels®, para solventar el peso de la existencia, lo sueños rotos, las caídas, los fracasos, los pactos, las imágenes y el pesimismo.
Tengo que aceptar que soy un tipo algo raro, con extravagancias, y deseos como cualquier otro ser humano, que se me dificulta un poco el desnudarme en el texto en blanco, no por miedo o protección de mi sombra, sino porque a veces la realidad nos roba todo o simplemente no nos satisface. Y no queda más que la subjetividad y la ficción, el reinventarnos en cada gota de tinta, sin importar su color y el sentido que se le de a las cosas.
¿Cuál es el origen de mi frialdad? No hay una respuesta exacta, sólo hipótesis y teorías ambiguas. Sólo diré que un día vendí mi alma a la pasión: perdí. Así de simple y sencillo. Hoy subsisto. La vida a veces tiene un costo muy caro y hay que pagarlo.
Tuve que luchar contra el miedo para averiguar mi camino, y al final quedar sólo yo.
Lejos de la desesperación y la obsesión… de sueños de abrazos cálidos y besos.
Y convertir en recuerdos los días de monotonía: levantarse sin ganas, tener que comer y sonreír a cualquier rostro; el uso de mascaras y mascaras.
Tratar de dejar atrás los recorridos de calles, siempre en busca de una cerveza. Las visitas a tiendas departamentales en la búsqueda de un hot wheels®, para solventar el peso de la existencia, lo sueños rotos, las caídas, los fracasos, los pactos, las imágenes y el pesimismo.
Comentarios
jajajajaja
contestalas!!!!
mua! mua!