A VECES...

A veces me preguntaba
—no es cierto—.
Trataba de entender a las mujeres:
Simplemente deje de hacerlo.
Y termine por aceptarlas.

Todas preguntaban:
¿Por qué no me amas?
Jamás respondí.
Todas huyeron.

No han entendido que las admite a mi manera.
Que siempre iba y voy a estar para ellas.
Hasta donde quieran.

Lejos de juegos y palabras lisonjeras.