UNA VUELTA…

Regresé y simplemente lloré…
No pude aguantar más y las lágrimas recorrieron mi rostro.
Sólo pedí que no me preguntaran nada.
Que el dolor era todo mío.
Y que tardaría mucho tiempo en volver a repetir una cosa así.
Volví a dormir en lo que consideraba mi cama.
Donde soportaba cada noche mi insomnio.
Donde buscaba de mis hijos su rostro.
Y en la oscuridad la silueta de la abuela.
Ya no pude maldecir ni quejarme de la suerte.
Desperté y tomé mi ropa.
Cerré la puerta y me fui.
Destrozado, sin fuerza y entre sollozos.

Comentarios

Noa- dijo…
Gracias por tu paso y tus palabras en mi rincón.

Saludos

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