AÑORANZA DE AMNESIA

¿Cuándo sacare éste dolor de mi cabeza?
Y podré caminar como cualquier persona por la calle…
Dejar de pensar en el hilo negro de la historia.
Para poder subirme al Pegaso.
Sin importar tomó cualquier pastilla y no pasa nada.
El malestar sigue punzante.
Una soledad sin llorar.
Tal vez si esta molestia fuera por una mujer, dos o tres.
Lo resolvería de una sencilla manera: con otra mujer, dos o tres.
Es algo más.
“Un no sé yo, de no se qué”.
Una búsqueda del umbral.
Del día en que perdí más de la cuenta.
Cada noche siembro una semilla de tristeza.
Una añoranza de amnesia,
alimentada con tragos de alcohol y cerveza.
Y simplemente nada de nada dentro de nada.