P 365: XXIV
El dolor se borra cuando se infringe en otro.
Cuando no se siente en carne propia
Y el látigo fustiga la espalda de otro.
Siempre hay tiempos peligrosos.
Cuando se conmueve el corazón;
Y la cabeza deja de ser inalterable.
Asumir que las derrotas son reales,
cuando ni siquiera existen.
Si piensas en morir: morirás.
Las caídas no matan si no los ataques al corazón.
Cuando no se siente en carne propia
Y el látigo fustiga la espalda de otro.
Siempre hay tiempos peligrosos.
Cuando se conmueve el corazón;
Y la cabeza deja de ser inalterable.
Asumir que las derrotas son reales,
cuando ni siquiera existen.
Si piensas en morir: morirás.
Las caídas no matan si no los ataques al corazón.
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