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Una sonrisa extraña empezó a mostrar el rostro.
Tras la visita de la calma.
Estructurando los recuerdos, los buenos momentos.
Blancos. Negros. Grises.
Me enamoré de ese alguien como yo…
A veces hay cosas que no se dan como uno las quiere,
lo mejor es dejarlas ir y caminar lucidamente.
Dejar atrás las noches de insomnio y desvarío.
Las palabras mal usadas y adjetivadas.
Sólo quede rescatar la esencia de sí mismo.
Una mediación.
A pesar de que haya dolor en un adiós, en el despido.
Y las bolsas de hule no aguanten tanta carga.
Me enamoré de ese alguien como yo…
Tal vez mañana exista la posibilidad de decir un simple: ¡Hola!
Lejos de dudas, fallas, llantos.
Una sonrisa extraña empezó a mostrar el rostro.

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